
Apenas he sentido que haya dibujado nada en estos dos meses, y lo que he dibujado no siento que haya dejado marca, no se si me explico... Por otra parte, nunca pense que echaría tanto en falta la rutina, tener la obligación de levantarme por algo, tengo una capacidad imnata para dispersarme como el agua si no tengo una obligación "real" y joder, no veais la rabia que me da. Espero que en este final y comienzo de año por lo menos pueda centrarme un poco mas con un curso que comienzo este mes, por lo menos organizarme las horas de los dias, tampoco es que haga burradas exageradas con mi horario, pero si no llevo un ritmo mas o menos regular las horas se me escapan de las manos como pececillos... Pero bueno, voy a dejar de daros la tabarra con mis problemas de disciplina y empiezo a hablar de lo que me interesa...
El trazo suicida (lo bautice asi, hablando un día sobre dibujo con la
Utxu, creo que intentando explicarle por que me pierdo dibujando detalles y soy tan horriblemente mala dibujando las perspectivas) es ese en el que te lo juegas todo a una raya, o a varias, pero ninguna se repite de normal en el mismo sitio; en esa raya que tiene que estar todo, el gesto, la forma, la proporción correcta... Es como una apuesta que haces contigo mismo, algo que nunca tendrás del todo seguro hasta que hayas acabado el dibujo y lo compares con la realidad de donde lo cogías... Lo llamo suicida por que tiene algo de kamikaze y sé que para mi es algo que nunca llegare a controlar del todo... Es como andar en la cuerda floja, si sigues bien la raya no te caerás y el dibujo se parecerá a lo que pretendias dibujar, sino, te precipitarás al vacio, y podrás intentar arreglarlo con manchorrotones o colores, o redibujando mil rayas encima, pero si eres honesto y dibujas con boli sin tener el resguardo de la goma de borrar, se notara que esa raya se precipitó a un abismo blanco y que apenas tiene sentido...
Lo peor de todo esto, (o lo mejor, no lo tengo muy claro todavía) es que estoy completamente enganchada a esa sensación, soy adicta a jugarmelo todo a una raya, y ver si estoy lo suficientemente lúcida para saber hacer la raya que es, la que esta ahi desafiándome, la que estoy mirando mientras tengo el boli en la mano... Parecera chorra pero hasta me ayuda cuando estoy nerviosa, me ahoga ansiedades.
Tampoco es que me tome todo esto demasiado en serio, sino podría caer justo en la siguiente trampa, que es temer tanto cagarla que por cobardía no vuelva a atreverme a coger un lápiz en la vida, (podeís reiros, pero a mi me pasaba, sobre todo al principio) esto es algo que me ayuda mucho a concentrarme y con el que a la vez aprendo bastante, que no siempre sale bien o bonito, pero que ayuda a quitar miedos chorras, y te enseña a mirar de otra manera, tanto la realidad que te rodea, como los dibujos que obtienes como resultado, los que se parecen a lo que intentas dibujar, como los que no.